La esquina de Ramón Hernández en San Sebastián
Publicado el 07 de marzo de 2016.
El bazar “Le Meilleur Marché” de Isidoro Araluce se encontraba instalado en la c/ Fuenterrabía 19. En él se vendían juguetes, quincalla y toda clase de regalos.
En 1911 decidió trasladar su comercio a la Avenida 23, esquina Fuenterrabía. Sin duda era un local con una ubicación inmejorable, frente al jardín particular del Banco Guipuzcoano colindante con el elegante Hotel du Palais. Hacia 1924, la viuda de Antonio Eceiza, Dña. Petra Latast, cogió el traspaso de este bazar, rebautizándolo con el nombre de Bazar Piccadilly. Petra era una mujer de gran valía, que tras enviudar se había hecho cargo de la tienda de muebles Eceiza que trasladó a un gran local de la c/ Elkano 9 (donde todavía continúa tras más de un siglo) y en donde estableció nuevas secciones de moda, perfumería y peluquería con la misma marca comercial de Piccadilly, atendiendo sus hijos las distintas actividades.
Uno de ellos, Nicolás Eceiza Latast fue quien se encargó del Bazar de la Avenida que se mantuvo hasta terminada la guerra. En este establecimiento se vendían juguetes, perfumes, objetos de escritorio, bisutería, bastones, paraguas y artículos de regalo en general.
En 1943 este bazar fue sustituido por la prestigiosa tienda de moda Ramón Hernández, que todos hemos conocido.
Ramón Hernández era el tercero de los hijos de una familia de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), dedicada al comercio en general. Sus padres regentaban un pequeño negocio que ofrecía un gran surtido de artículos. El fallecimiento de los mismos, supuso el cierre de la tienda y la necesidad para los hijos de tener que emigrar en busca de trabajo. Dio la casualidad que en San Sebastián se había instalado, hacía unos años, una familia del mismo municipio, que dirigía el comercio “La Concha Guipuzcoana”. Ello facilitó la llegada a nuestra ciudad del pequeño de la saga que con 15 años se incorporó a dicho establecimiento ubicado en la Alameda del Boulevard 8.
Fueron varias las familias (Almeida, Camisón…) que vinieron desde Peñaranda de Bracamonte y montaron sus comercios en San Sebastián.
Durante una serie de años, Ramón aprendió el negocio en “La Concha Guipuzcoana”, pasando posteriormente a la Camisería Olave, en la Alameda del Boulevard 19, antes de lanzarse a la aventura de abrir su propio negocio; la Camisería Regent en el Boulevard, 27.
En esta ubicación se mantuvo hasta 1926 en que decidió lanzar su propia marca y se trasladó a la Av. de la Libertad 36, esquina con la calle Hernani, donde abrió ya como Ramón Hernández.
La Guerra Civil supuso para la economía en general un desastre absoluto y Ramón Hernández no escapó a la situación. Sin materia prima para confeccionar, con los cupos de algodón en manos de unos pocos, se las tuvo que ingeniar para seguir con su establecimiento. Una de las salidas fue incluir el artículo de regalo a los productos de la tienda.
En 1943 el Banco Bilbao compró el edificio de la Avenida 36 y tuvieron que buscar un nuevo emplazamiento trasladándose al 23 de la Avenida, la esquina con la calle Fuenterrabía, donde había estado el Bazar Piccadilly.
Este cambio lo empleó Ramón Hernández para renovar y modernizar su imagen y ofrecer unas nuevas instalaciones que le permitieron mantenerse como referente de la moda en San Sebastián.
En 1954 Ramón Hernández Gurruchaga se hace cargo de la gerencia, comenzando la andadura de la segunda generación. Esta renovación fue aprovechada, también, para abandonar la sección de regalos y potenciar la sastrería, para lo cual trajo un cortador de Barcelona. Se mantuvieron las secciones de señora y caballero y se siguió trayendo el género de Londres.
Ramón Hernández Gurruchaga se casó con Cristina Juantegui, y cuando hablaba de su mujer, a Ramón le seguían brillando los ojos: “Cristina ha sido fundamental en este negocio, nos decía con orgullo en la última conversación que mantuvimos, hace unos años. Sin ella hubiese sido imposible haber llevado este negocio con el nivel que lo hemos hecho. Ha viajado, ha asistido a todas las ferias, ha realizado las compras y ha sido clave a la hora de abrir nuevas líneas de negocio”.
Ramón Hernández en dos ocasiones abrió tienda en Madrid. Fueron un éxito, pero la distancia hizo que decidieran volver a su ciudad. En el año 2002 se realizó la quinta renovación de la tienda ofreciendo la imagen que hemos conocido hasta su cierre. Poco antes de cerrar nos dijo: “Puedo asegurar que hemos trabajado muy duro para conseguir un alto nivel en nuestro comercio. Espero que lo hayamos logrado”.
Sin lugar a dudas, lo lograron. En el mes de Abril de 2011, cerró Ramón Hernández que, durante décadas, fue un referente de calidad y prestigio para nuestra ciudad.
En la actualidad la tienda Uterqüe ha venido a sustituirlo en la esquina de la Avenida de la Libertad 23, que para una generación fue la de Ramón Hernández.