Casa Nerecán en San Sebastián
Publicado el 04 de octubre de 2016.
En 1884 la ciudad había avanzado en su expansión de una forma importante y fue en esa fecha cuando los hermanos Pablo y Rufo Nerecán decidieron establecerse en la calle Elcano, con un establecimiento dedicado a librería, papelería e imprenta.
Con cierta rapidez se fueron dando a conocer y logrando pedidos de los más diversos acontecimientos que se iban celebrando en San Sebastián. Así podemos ver, entre otros, en Agosto de1886 el cartel de las corridas de toros, firmado ya por R. Nerecán.
Santos Nerecán, nieto de Rufo, nos relató sus vivencias y los recuerdos que se habían ido transmitiendo en la familia.
“Casa Nerecán comenzó su actividad como proveedora de muchas empresas, centros administrativos y del Ayuntamiento. Como anécdota curiosa, en estos tiempos, recuerdo haberle oído contar a mi padre, Francisco Nerecán, que cuando Rufo fue nombrado concejal del Ayuntamiento de San Sebastián, dio orden en éste de que, mientras él ocupase ese cargo, no se solicitase ningún impreso, ni material de escritorio a Casa Nerecán.
Hacia 1910, Francisco y Pablo fundaron la imprenta Talleres Offset, una de las primeras imprentas que introdujo dicho sistema de impresión en España, ubicándola en la calle Dr. Claudio Delgado, en Gros.
En 1921 dieron un salto significativo, estableciéndose en la arteria que se iba consolidando con fuerza; la Avenida de la Libertad, en concreto en el 19 triplicado que posteriormente se convertiría en el 21.
La tienda la siguieron enfocando como papelería, librería y objetos de escritorio, mientras que la imprenta la trasladaron a un local del callejón de Arroca, en el barrio de Amara.
En los años posteriores el negocio fue dirigido por Santos, ya que Francisco y Pablo seguían llevando en exclusiva los Talleres Offset.”
La tienda de la Avenida estaba ubicada en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. El proyecto de las viviendas, que es en el que se instaló Casa Nerecán, se finalizó en 1921 y ocupó parte del famoso Hotel du Palais proyectado por Urcola y Eceiza.
“Era un local muy espacioso, continuaba Santos, con una decoración clásica. Una curiosidad es que el mobiliario completo, lo regaló la firma Waterman, debido a que Casa Nerecán fue la primera en vender estas famosas estilográficas, me atrevería a decir que, en España.
Dos populares donostiarras estuvieron muy vinculados a nuestra Casa, en aquellos años.
Aniceto Esnaola, fue uno de ellos. Encargado sobre todo de las ventas, era una persona de una simpatía extraordinaria. Se le conocía como “la sonrisa de la Avenida”. Dada su total dedicación a Casa Nerecán, había quien creía que formaba parte de la familia, y afectivamente si que lo era.
El otro personaje fue Rafael Ruiz Mauret, padre del gran pintor Rafael Ruiz Balerdi. Era un hombre polifacético, ya que era escaparatista, restaurador de estilográficas, estuvo formándose en la Casa Waterman de París, y un gran artista como acuarelista y dibujante.
Además trabajaba con nosotros, Antonia Ruiz como cajera. Posteriormente sería la encargada de la sucursal que se abrió en la Av. de Sancho el Sabio, 25. También trabajaron Carmen Bejarano, hija de Tomás Bejarano personaje donostiarra que portaba el estandarte del Orfeón Donostiarra en los conciertos, Antonio Ruiz Mauret, Ángel Apaolaza, Antonio Peñuelo y otros, que desgraciadamente no recuerdo.
Posteriormente la empresa pasó a la tercera generación con Ignacio, hijo de Santos, y finalmente con Alberto Nerecán Balerdi.”
En esta época, años 70, Casa Nerecán se convirtió en un referente de la copistería. Javier y Txomin Jiménez fueron los encargados de esta sección que dinamizó el establecimiento de una forma muy importante.
“Trabajé en Nerecán 32 años, hasta que cerraron, nos dice Javier. Entré muy joven y viví el comienzo de esta nueva línea de negocio. Tuvimos la primera máquina de planos de toda la cornisa cantábrica. Fue toda una revolución.
Hasta entonces los planos se reproducían por partes, con papel transparente, usando después aironfix para empalmarlos. El gran éxito lo tuvimos al aplicar la nueva máquina a la reproducción de las cartas marinas. Los patronos y capitanes de barcos se pasaban horas copiándolas a mano. Las calcaban y se las pasaban. Cuando nos hicimos con una de éstas máquinas, se nos ocurrió ofrecerles ese servicio. Tuvimos tal acierto que trabajábamos haciendo cartas de pesca, desde Vigo hasta Aquitania.
En Casa Nerecán fuimos viendo el avance de la tecnología. Conocimos las máquinas analógicas en blanco y negro y su evolución hasta las digitales en color. Descubrimos los secretos de la reproducción con unos gerentes, Carlos Lázaro y Alberto Nerecán, que nos dejaban innovar.
Así estuvimos hasta que, al fallecer Alberto Nerecán y no haber nadie de la familia que pudiera sucederle, se decidió cerrar Casa Nerecán en 2002.”
A Nerecán le sustituyó en la Avenida 21, la marca Massimo Dutti del grupo Inditex.