Cafeterías California en San Sebastián
Publicado el 10 de mayo de 2017.
En 1950 se inauguró en San Sebastián, en la calle Hernani, 17, la primera de las cafeterías California que hubo en nuestra ciudad. Su fundador fue Gregorio Zatika, natural de Ispaster, que en su juventud había emigrado a Estados Unidos, de donde trajo las ideas que acabaría aplicando en los diversos establecimientos que abrió, primero en Madrid y más tarde en Bilbao y San Sebastián.
Las cafeterías eran establecimientos cuyas diferencias respecto a los antiguos cafés, iban mucho más allá de los cambios estéticos o de los adelantos técnicos de la época. Eran diametralmente opuestos. El café era un lugar al que se entraba, tras pasar su puerta giratoria, para permanecer largo tiempo en tertulia con la misma gente, jugando largas partidas de cartas y dominó, o leyendo los periódicos mientras se fumaba tranquilamente un puro.
Se pasaba más horas en el café que en la propia casa. El café, la cerveza, los licores y los cócteles eran las principales consumiciones. Además, se ofrecían otras distracciones como cine o música que atraían y retenían a la clientela, preferentemente masculina.
La cafetería por el contrario, estaba pensada para clientes con prisa a los que se atendía en la barra para mayor rapidez. Las mujeres acudían también solas a este tipo de establecimientos e incluso eran frecuentados por jóvenes y adolescentes que nunca hubieran entrado a un café. Otra novedad la constituyó la incorporación de camareras para la atención tanto de la barra como de las mesas. Y como seña de identidad indiscutible de las cafeterías, servían sándwiches, tortitas con nata y platos combinados.
Esta fue una novedad muy grande porque este tipo de productos no se habían visto en San Sebastián.
Uno de los encargados de las cafeterías California, que más años estuvo al frente, fue Juan Félix Mendazona Corta, conocido como “Corta” por todo el mundo. Estuvo en este cargo en San Sebastián desde 1962 hasta el cierre en 1988. Y cuando estuvimos con él era capaz de recitar de memoria la carta de platos que se ofrecían, durante todos esos años, enumerando todos sus ingredientes.
Con esa memoria prodigiosa, nos relató aquellos comienzos:
“Nací en Ispaster, como Gregorio Zatika, y fui a Madrid, con 20 años, para hacer la mili, nos decía Corta. Empecé trabajando como mozo en el almacén de las cafeterías California de Madrid. Al cabo de los años pasé a la barra y de la mano del Sr. Parrondo, que era el encargado y que había compartido con Gregorio Zatika la aventura americana, aprendí la base de la profesión de hostelería. Cuando se decidieron a abrir un California en San Sebastián, fue Parrondo quien se desplazó hasta aquí para controlar todo el proceso.
La inauguración del “California” de la calle Hernani, en 1950 fue muy sonada y vinieron camareras de las cafeterías de Madrid para ayudar. Fue un gran éxito de público, con importantes colas de clientes esperando a entrar en el local para ser atendidos.
El primer encargado fue Prudencio Antxotegi, que al cabo de pocos meses fue sustituido por Ángel Araujo.
Yo llegué a San Sebastián cuando Ángel dejó California para abrir su propio establecimiento, “Cafetería Dover”. En ese momento la cafetería contaba con 26 empleados. En su obrador se preparaba toda la pastelería y bollería que se consumía tanto en la calle Hernani, como en la otra cafetería que se abriría posteriormente.
El 21 de junio de 1970 se inauguró un segundo establecimiento, en la Avenida 27, sustituyendo al antiguo Mónaco. Esta vez se hizo sin grandes celebraciones. Tenía una gran terraza exterior, de 10 mesas, que en momentos de gran afluencia podía alargarse hasta la zona frente al Banco Atlántico. Al entrar en el local había dos grandes espacios con mesas, unas 24, y a la izquierda una barra que cubría todo el lateral. De la pared del fondo bajaba una escalera a la planta inferior en la que se encontraban el bar americano y el salón de abajo, con unas 14 mesas más. Esta planta sótano perteneció anteriormente a los dueños de Paños Uribe, una tienda de toda la vida a la que se accedía por la calle Loyola nº 3.
Encima de la cafetería se encontraba la emisora de Radio San Sebastián, donde inició su andadura la actual Cadena Ser. Seguí de encargado de ambas cafeterías, aunque cada una de ellas contó con un segundo encargado. José Mari Vázquez lo fue de la calle Hernani y Juan Antonio Mendazona de la Avenida.”
Las cafeterías tuvieron gran éxito, siendo unos establecimientos muy concurridos durante el tiempo que estuvieron abiertos. A finales de los años 80 se decidió su cierre. En 1988 cerró la de la Avenida y en 1989 la de la calle Hernani.
La empresa Panrico compró en 1988 la cadena hostelera a Gregorio Zatika, quien falleció en Madrid en 1991 a los 88 años de edad.