La Víspera de San Juan y la Fuente del Txofre
Publicado el 23 de junio de 2015.
Hoy es la víspera de San Juan. Si bien los donostiarras de nuestra generación, asociamos a este santo con la fiesta de las hogueras, también es cierto, que San Juan tiene mucho que ver con los ritos del agua. No vamos a entrar en ello ahora, pero sí que contaremos una antigua costumbre de esta fiesta.
Relataban en el siglo XVIII que “El día 24 de junio, día de San Juan, los muchachos van detrás de las chicas que vuelven de la fuente con los cántaros en la cabeza y les empujan para que se mojen o se rompan los cántaros. Es el único día del año en que se permiten tales travesuras”.
En aquellos tiempos llevar el agua a las casas era tarea de muchachas. La fuente principal era la que había adosada a la muralla, próxima a la Puerta de Tierra. Allí iban las chicas con el cántaro en la cabeza, llevándolo en equilibro, ya que habitualmente no lo sujetaban con las manos. Hacían cola esperando su turno entre charlas y bromas y volvían a casa con el cántaro lleno.
Pero estas aguas que provenían de la fuente de la Salud de Amara, muchas veces venían contaminadas con tierras y no gustaban demasiado. Se prefería salir a otras fuentes más lejanas de aguas más limpias. No importaba demasiado la distancia, porque las muchachas apreciaban tener más tiempo para estar con las amigas, mientras iban y venían a la lejana fuente.
Una de las fuentes de más fama y más alejada era la del Txofre que se encontraba en la actual confluencia de la c/ Gran Vía y Miracruz del barrio de Gros. En 1903 se inauguró la "nueva plaza de toros" del Txofre, cuyos accesos empezaban junto a la casa de Louit. Entonces desapareció la vieja fuente.
Dejamos dos imágenes: Una de la fuente antes de que se construyera la plaza de toros y otra después de ello, que también desaparecería al construirse el primer edificio de Avenida de Ategorrieta. Las conducciones de agua hacía años que llegaban a los domicilios y ya no era necesaria. Entonces quedó sólo un punto de agua del que ahora no queda ni el recuerdo.
En las imágenes, el camino que sale entre tapias hacia la derecha, se correspondería con la entrada a la actual c/ José María Soroa.